"Sábete Sancho... todas estas borrascas que nos suceden son señales de que presto ha de serenar el tiempo y han de sucedernos bien las cosas; porque no es posible que el mal ni el bien sean durables, y de aquí se sigue que, habiendo durado mucho el mal, el bien está ya cerca".
Tal y como afirmaba Don Quijote, las borrascas parecen haber terminado. Ha sido un año infernal, pero la renta fija ha vuelto. Ha llegado el día en el que los rendimientos del mercado de bonos volvieron a territorio positivo. Tenemos que remontarnos con las agujas del reloj a principios de 2010 para encontrar un momento en el que no hubiera bonos en el mundo con rendimientos nominales negativos. Bajo el impulso de las políticas monetarias ultra expansivas de los bancos centrales iniciadas con la crisis de las subprime, reforzadas con la crisis del euro y llevadas a niveles inimaginables con el Covid, los rendimientos nominales de los bonos se situaron por debajo de cero, alcanzándose el récord en diciembre de 2020, cuando el tamaño de los bonos con rendimientos negativos se acercó a los 18 billones de dólares. Hoy, sin embargo, los bonos con rendimientos negativos prácticamente han desaparecido.
Rentabilidad de los fondos de renta fija europea en los últimos 15 años
Fiebre por la renta fija
El aumento de la inflación, las tensiones en los mercados de trabajo y las tensiones geopolíticas siguen siendo importantes de cara a este año, pero el entorno mundial y el español para los bonos parece tener un comienzo positivo. Los fondos registraron captaciones netas superiores a 6.500 millones en solo dos meses, según los datos de Inverco. Hacía 5 años que no se registraban flujos de entrada positivos de esta magnitud en los primeros meses del año. Los fondos de renta fija lideraron las captaciones netas, centradas principalmente en su componente a más largo plazo, con aportaciones netas superiores a los 5.753 millones de euros. Las Letras del Tesoro no son el único activo de renta fija que está causando furor entre los pequeños inversores. Los fondos de renta fija, garantizados y a vencimiento han recibido suscripciones netas por valor de 8.200 millones de euros.
Flujos netos de los fondos de renta fija en los últimos 10 años
Este no va a ser un año para pusilánimes
Aunque ya no estamos en el mundo de la búsqueda desesperada del rendimiento, con los inversores empujados fuera de su zona de confort para hacerse con una rentabilidad mínima, este año no va a ser fácil.
Terminamos un año convulso y complejo en muchos ámbitos, marcado por una guerra, cuyo final aún no se vislumbra, que ha inundado de incertidumbre a los mercados financieros y ha cambiado la política monetaria por unos históricos niveles de inflación, no vistos desde hace tres décadas en España. "Tras el pinchazo de la burbuja de bonos en 2022, el crédito europeo vuelve a ofrecer el mejor binomio riesgo/recompensa dentro de la diversa paleta de inversión disponible", afirma Ignacio Fuertes, socio y director de inversiones de Miraltabank. "Además de unas valoraciones atractivas, se dan una serie de circunstancias que van a hacer brillar el activo durante este año, como el aumento de refinanciaciones récord durante la pandemia; la disminución de nuevas emisiones; el incremento de las recompras por parte de los emisores; o el aumento del protagonismo en las carteras de inversión del activo".
Con el retorno de los altos rendimientos en los bonos, es importante recordar que hay dos factores que son diferentes del pasado. Ante todo, históricamente, los bancos centrales cambiaban a una política expansiva para contrarrestar las recesiones, haciendo atractivos los bonos: hoy son los bancos centrales los que orquestan la recesión. En segundo lugar, estamos en una era de inflación: lo que cuenta no son los rendimientos nominales, sino los reales, que siguen siendo fuertemente negativos. En este escenario la renta fija puede proporcionar refugio contra la inflación, siendo la duración corta la opción preferida entre los gestores.
Los escenarios de alto riesgo son cada vez más de alta probabilidad
"La normalización de la política monetaria a ambos lados del Atlántico ha favorecido el desplome del sector tecnológico en bolsa y de las criptomonedas. Los escenarios de alto riesgo (cisnes negros) son, cada vez más, escenarios de alta probabilidad", advertía Fuertes en la última carta trimestral.
De hecho, los bonos alemanes se aprestaban a registrar la mayor subida de su historia, mientras los operadores buscaban activos refugio y apostaban a que la quiebra del Silicon Valley Bank obligaría a los responsables políticos a subir los costes de endeudamiento mucho menos de lo previsto. La rentabilidad de la deuda alemana a dos años, una de las más sensibles a las variaciones de los tipos de interés, cayó más de 40 puntos básicos el 12 de marzo. Con ello, se encamina hacia la mayor caída registrada en un día, superando los descensos observados durante la crisis financiera mundial de 2008.
"Los mercados financieros están viviendo un “regreso al futuro”: durante el mes de febrero volvieron a observar con preocupación la delicada situación macro y microeconómica de los próximos meses desencadenada por las subidas de tipos de interés de los bancos centrales de todo el mundo, por primera vez comprometidos simultáneamente en severas políticas monetarias restrictivas destinadas a contener la elevada inflación, que una vez más demostraron que el descenso, aunque en marcha será gradual", reflexionaba Laura Tardino, Head of Institutional Sales de abrdn.
"Ante la confusión creada por unos datos macro decentes y unos datos micro decepcionantes, la impresión es que nadie, ni banqueros ni inversores, ha entendido del todo la línea temporal que separa la causa (subida de tipos) del efecto (desaceleración económica) y que el reloj ha ido retrocediendo por ahora como la casa de Doc Brown".
No se trata de una vuelta al pasado y tampoco de un regreso al futuro, sino de un nuevo presente donde todo apunta a la renta fija como activo estrella para este año 2023.